¿Tenemos química?: La atracción interpersonal

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A quién no le ha ocurrido alguna vez el conectar con otra persona de manera casi sobrenatural, dónde la conversación fluye sin esfuerzo y dónde existe la sensación de conocer a esa otra persona de toda la vida.

Pues bien, los expertos en Psicología Social nos dicen que ello se debe a cuatro factores:

Familiaridad:

Es más probable que te resulte atractiva una persona con la que compartes espacio físico: coincidís en el autobús de camino al trabajo o va a tu mismo gimnasio, ya que en esos casos experimentamos la sensación de familiaridad. Existe un fenómeno llamado “fenómeno de la mera exposición” según el cual una persona va a manifestar preferencia por otra persona que haya visto anteriormente.

Semejanza:

Cuanto más semejantes son dos personas más atracción existe, especialmente si el ámbito en que se asemejan en importante para el perceptor. Según los estudios la semejanza en el ámbito de las actitudes y valores es la que mayor atracción produce (si piensas cómo yo en temas como la política, la religión etc. tanto más me resultarás atractivo). Otro dato interesante es que las parejas con el paso del tiempo tienden a parecerse más ¿puede ser esta una estrategia para aumentar la atracción?

Reciprocidad:

Para que otra persona nos guste nosotros también debemos gustarle a ella, de hecho nos gustan más aquellas personas a las que gustamos. Además mostramos preferencia por aquellas con la que coincidimos en la visión de nosotros mismos, con las que validamos nuestra propia forma de entendernos (si yo me considero divertido/a y extrovertido/a, y la otra persona me describe de la misma manera me será más atractiva). Algunos estudios con matrimonios duraderos frente a los no duraderos han encontrado que éste es un factor determinante.

Atractivo físico:

Es un factor que influye en la atracción entre dos seres humanos sin tener en cuenta otras variables que pueden modularlo. Por ejemplo experimentos con niños demuestran que se relacionan más con aquellos que consideran más atractivos. La atracción física juega un papel fundamental en la atracción sexual, algo que las teorías evolucionistas explican por la selección de un progenitor en busca de una descendencia sana.